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La propuesta del presidente Donald Trump de vender casi la mitad de las reservas de petróleo para emergencias que tiene Estados Unidos está generando un debate acerca de si todavía ese necesaria esa…
La propuesta del presidente Donald Trump de vender casi la mitad de las reservas de petróleo para emergencias que tiene Estados Unidos está generando un debate acerca de si todavía ese necesaria esa reserva tomando en cuenta que en la última década ha habido un boom en la producción petrolera del país y han disminuido marcadamente las importaciones.
El proyecto de presupuesto presentado esta semana por Trump contempla la venta de otros 270 millones de barriles en la próxima década, que generaría unos 16.600 millones de dólares. Esa propuesta, combinada con remates ya programados para los próximos años, podría hacer que queden menos de 300 millones de barriles en la reserva para el 2025. En la actualidad tiene 688 millones.
La reserva fue creada tras el embargo petrolero de los árabes en la década de 1970 y el combustible es almacenado en cuatro sitios subterráneos en Texas y Luisiana. Es un reaseguro en caso de que haya interrupciones en el suministro de petróleo del Medio Oriente o de otras regiones y legisladores de ambos partidos se pronuncian continuamente en contra de la venta de ese petróleo para tapar agujeros en el presupuesto.
Algunos republicanos, no obstante, están diciendo que la región de Bakken, en Dakota del Norte, ofrece de hecho una reserva a la que se puede apelar de ser necesario.
“El mundo ha cambiado en la última década”, dijo el representante John Shimkus, de la comisión de energía de la cámara baja. “Hoy somos uno de los principales productores de petróleo del mundo”.
Cuando se le preguntó si no le alarmaba la posibilidad de que la propuesta de Trump reduzca mucho la reserva, respondió que “no si se tiene (el petróleo) de Dakota del Norta y la Dakota (Access) Pipeline».
Pero no todos los republicanos están de acuerdo.
La reserva “no es un cajero automático para cubrir gastos nuevos”, sostuvo la senadora Lisa Murkowski en el 2015, cuando el gobierno de Barack Obama propuso vender pequeñas cantidades de petróleo de la reserva para redondear el presupuesto nacional.
Murkowski, presidenta de la comisión de energía del Senado, está analizando la propuesta de Trump, pero “en términos generales se opone a la venta de la reserva de petróleo para emergencias, sobre todo para compensar otras cosas”, declaró una portavoz el miércoles.
La senadora Maria Cantwell, la demócrata de más alto rango en esa comisión, se comprometió a rechazar el plan de Trump.
“No vamos a permitir que Donald Trump venda nuestra seguridad energética al mejor postor”, manifestó.
“La reserva existe para garantizar el suministro de energía accesible en tiempos de crisis o de desastres naturales”, expresó el representante Raúl Grijalva, principal dirigente demócrata en la comisión de recursos naturales de la cámara baja.
Agregó que vender petróleo de la reserva “para costear recortes de impuestos a los más ricos es especialmente cruel” y dijo que el plan constituía un “favor torpe a los multimillonarios de la industria petrolera”.
El director del presupuesto Mick Mulvaney dijo que la venta de reservas no comprometerá la seguridad del país en vista del aumento en la producción de petróleo a través de “fracking” y de otras técnicas que permiten extraer el combustible de sectores hasta hace poco inaccesibles.
Las ventas no deberían afectar los precios mundiales porque serían escalonadas cuidadosamente a lo largo de una década, afirmó Mulvaney.
“No necesito tomar todo este dinero de ustedes y enterrarlo bajo tierra en algún sitio de Texas por razones de seguridad cuando tenemos un exceso de producción nacional”, declaró durante una presentación esta semana.
Jason Bordoff, director del Centro para Políticas Energéticas Mundiales de la Columbia University, opinó que la venta de una gran parte de las reservas podría generar un aumento de los precios si se interrumpe el suministro de Venezuela o de algún otro lugar.
“La reserva es un reaseguro. Sería una locura venderla porque hay un boom en la producción nacional, que no se sabe bien cuánto durará”, dijo Bordoff, quien fue asesor en cuestiones energéticas de Obama.
El analista Kevin Book afirmó que la venta de 270 millones de barriles podría tropezar con firme resistencia en el Congreso ante la posible oposición de Murkowski, Cantwell y otros legisladores.
El representante republicano Greg Walden, presidente de la comisión de energía de la cámara baja, dijo que la reserva “se justificaba cuando éramos potenciales rehenes de otros. Pero ahora las cosas han cambiado y hay que reconsiderarla”.
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Matthew Daly está en http://twitter.com/MatthewDalyWDC
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