-
AuthorAlex
-
Comments0 Comments
-
Category
El 23 de noviembre de 2016 Endesa apuntó al cierre de las centrales térmicas Compostilla (León) y Teruel, que consumen carbón, el combustible fósil más contaminante a la hora de generar electricidad. “No se prevén inversiones en carbón nacional por las condiciones del mercado”, señalaba su plan estratégico para el periodo 2017-2019 presentado aquel día. Eso se traducía en el cierre de esas dos térmicas en 2020, ya que, si no se hacen las costosas inversiones de desnitrificación —para limpiar de contaminantes su generación de electricidad—, deben dejar de operar dentro de tres años, como establece la normativa europea. Esa declaración de intenciones de Endesa parecía encajar con lo que el entonces recién nombrado ministro de Energía, Álvaro Nadal, había dicho seis días antes desde Marrakech (Marruecos), en la cumbre del clima de la ONU. Nadal dejaba en manos “del mercado” el hipotético cierre de las centrales en España, 15 en total que generan el 15% de la electricidad del país.
Powered by WPeMatico
Entradas recientes
- El dilema de los ‘third parties’: por qué los partidos minoritarios pueden ser clave en las elecciones de Estados Unidos
- Cae interés de los salvadoreños por bitcoin y sube la probabilidad de acuerdo con el FMI
- Las regiones de la UE, entre el dinero y el silencio: por qué gestionan tantos fondos y a la vez tienen tan poca voz
- El pago de comisiones sin ether será posible sobre la red Ethereum
- Poderoso caballero… es quien controla el dinero: así quiere ‘revolucionar’ Von der Leyen el Presupuesto de la UE